Qué hacer en una reserva privada

Las reservas privadas son manejadas para la conservación de la biodiversidad o el uso sustentable de los recursos, especies y ambientes que albergan. Ello implica fundamentalmente el desarrollo de acciones de conservación tales como:

Restauración de ambientes, control de especies exóticas invasoras (fundamentalmente vegetales), enriquecimiento con especies vegetales nativas en sectores degradados.

  • Reintroducción de fauna silvestre.
  • Relevamientos, diagnósticos y monitoreos de flora, fauna, recursos hídricos, suelos, entre otros.
  • Clausura de zonas con presencia de especies de alto valor para la conservación.
  • Control o erradicación de residuos.
  • Otras.

 

Estas acciones en muchos casos se complementan con actividades que permiten que las reservas, además de cumplir su función conservacionista, también cumplan un importante rol social:

  • Educación ambiental.
  • Investigación científica.
  • Extensión.
  • Observación de flora y fauna.
  • Voluntariado.

 

A su vez, el hecho de que sean reservas privadas gestionadas con fines conservacionistas no imposibilita la realización de actividades productivas de bajo impacto ambiental que generen una rentabilidad económica. Esas actividades suelen ser:

  • Agricultura
  • Apicultura
  • Explotación forestal
  • Extracción hídrica
  • Ganadería
  • Turismo en la naturaleza o ecoturismo
  • Uso residencial o inmobiliario

 

Tipos de Reservas Privadas

Las reservas privadas del país pueden clasificarse según el reconocimiento que poseen y también según los objetivos que establecen sus propietarios al momento de crearlas.

 

Según su reconocimiento, existen reservas:

  • Reconocidas formalmente por legislaciones provinciales u ordenanzas municipales.
  • En convenio con organizaciones no gubernamentales ambientalistas o con universidades.
  • Que poseen los dos reconocimientos mencionados (normativo e institucional).
  • Establecidas por servidumbres, comodatos u otros mecanismos adaptados del Código Civil Argentino.
  • Que no cuentan con reconocimiento legal o institucional, pero se autodenominan como tal por sus propietarios.

 

Según sus objetivos, en las reservas se realizan acciones para:

  • Conservar de manera estricta sus ambientes, valores naturales y culturales, fomentar la investigación y la educación, sin desarrollo de ninguna actividad económica.
  • Desarrollar el turismo como actividad de bajo impacto compatible con la conservación.
  • Compatibilizar la conservación con alguna actividad productiva como la ganadería o agricultura extensiva, la explotación forestal sustentable, la apicultura u otra.
  • Compatibilizar conservación, producción y turismo de bajo impacto ambiental.